Bañado en bronce, el monstruo grande pisó fuerte en el Libertadores de América. 200 kilos, 200 centímetros. El premio no resultó consuelo en la Doble Visera tras un bautismo de estadio que no fue el que esperaba. Aunque, a sus pupilas, poco pareció importarle. Mano a mano con su clon a escala, Ricardo Enrique Bochini se quebró cuando las luces de la fiesta lo dejaron de frente a su estatua y ante la duda tribunera. ¿Cuál de los dos era el monumento? ¿El que costó 32.000 pesos gracias al aporte de hinchas que compraron —aunque no todos pagaron— 1.600 bonos a 20 mangos por cabeza? ¿O el 13 veces campeón con el Rojo, de 714 partidos y 108 goles con las mismas ropas? Lo mismo daba. Al fin, después de 14 años, el sueño de la imagen eterna se hacía piel.Con el Bocha recién retirado, allá por el 91, el periodista Daniel Galoto tiraba la primera piedra en la desaparecida Sólo Fútbol y dos hinchas, el Gitano Alfredo Zarza (hoy radicado en Italia) y el Gallego Fernández, por entonces referente de la barra, recogieron el guante. Por eso, no dudaron en meter un container en la puerta de la Sede para las donaciones de bronce pero... "Tuvo que dejar más plata por el alquiler del contenedor que la que consiguió para la escultura", le contó a Olé el presidente de la peña marplatense, Carlos Baino, quien retomó el proyecto hace un poco más de un año. Claro, los costos no variaron. Apenas si les daba para un monumento de fibrocemento. Hasta que alguien aportó el nombre de Buchhass, una prestigiosa fundición de Florida nacida en 1926. Y le dieron para adelante. Fue entonces que un Bocha entusiasmado se dio una vuelta con una fotito recortada y con los parámetros sugeridos por Roberto Buchhass: "A nosotros nos interesaba un Bochini en actitud de gambeta y no parado en pantalón corto. Hacerlo en una posición tan estática era una picardía". Eso sí, el 10 le pidió que a la imagen le ''acondicione'' la cabellera que tenía a fines de los ''70. "Pelado, no", suplicó. "Somos pocos los que tenemos una estatua en vida. Fue algo emocionante", aseguró anoche un Bocha partido. El monumento ya descansa (y descansará) en la Sede más allá de su deseo: depositarlo en el medio de la popular. Por siempre.
200KILOS Son los que pesa la estatua. Liviana según los especialistas. Es proporcional a sus dos metros de altura, escala ideal para el metro 60 del Bocha.
32MIL PESOS Fue el costo de la obra. La peña de Mardel sacó 1.600 bonos a 20 pesos cada uno. Igual, para llegar a tiempo, muchos pusieron platita de su bolsillo.
200KILOS Son los que pesa la estatua. Liviana según los especialistas. Es proporcional a sus dos metros de altura, escala ideal para el metro 60 del Bocha.
32MIL PESOS Fue el costo de la obra. La peña de Mardel sacó 1.600 bonos a 20 pesos cada uno. Igual, para llegar a tiempo, muchos pusieron platita de su bolsillo.
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